La psicología afirmativa LGTB+ (lesbiana, gay, transexual, bisexual) es una disciplina nacida a principios de los años 80 que integra una serie de conocimientos y herramientas para ayudar a las personas no heterosexuales a enfrentar de forma positiva y satisfactoria todo aquello que se derive de su orientación sexo-afectiva.
Desde este modelo se entiende que las personas LGTB tienen que enfrentar situaciones y procesos específicos y diferentes que las personas que no lo son, como por ejemplo el descubrir y asumir la propia homosexualidad, comunicarlo a personas significativas, lidiar con la homofobia del entorno, etc…
Al mismo tiempo, las relaciones de pareja entre dos mujeres y las relaciones entre dos hombres, pueden tener aspectos distintivos que las diferencian de las relaciones entre un hombre y una mujer.
Por todo ello, es necesario que los psicólogos que trabajan con personas LGTB estén específicamente formados y familiarizados con todos estos aspectos, para poder entender mejor los desafíos que estas personas han de enfrentar en diferentes momentos de su vida y poder así ofrecer un acompañamiento y una atención adecuados.
La psicología afirmativa se basa en todos estos conocimientos y e intenta dotar al paciente de las herramientas y recursos para vivir su identidad y su orientación sexual desde la auto aceptación positiva y la plenitud.
UN POCO DE HISTORIA: ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA AFIRMATIVA
Los estudios que Alfred Kinsey realizó a lo largo de los años 40 y 50 en Estados Unidos, desvelaban que el deseo y las relaciones homosexuales eran más frecuentes entre la población de lo que se hubiese podido imaginar (en torno al 37% de los hombres había tenido alguna experiencia homosexual con la que había alcanzado el orgasmo.)
Kinsey elaboró la llamada “Escala Kinsey” acerca de la orientación sexual. Según esta escala, la homosexualidad y la heterosexualidad se sitúan en dos polos de un continuo entre los cuales podemos encontrar a personas posicionadas en cualquier punto entre los dos extremos:
En 1954, Evelyn Hooker publicó un estudio en el que demostraba que no existían diferencias significativas entre la salud mental de homosexuales y heterosexuales.
Desde esas primeras investigaciones se ha acumulado evidencia científica suficiente para afirmar lo siguiente:
- “De no ser porque el entorno de la persona homosexual rechaza su homosexualidad, raramente nadie desearía cambiar su orientación sexual.”
- “Las comorbilidades venían provocadas por el rechazo y la violencia que el entorno de la persona homosexual ejercía sobre ellos.”
(Gabriel J. Martín)
En 1973, la Asociación Norteamericana de Psiquiatría (APA) eliminó del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) la homosexualidad como categoría diagnóstica. En 1977 en la tercera edición del DSM se incorporó el término “homosexualidad ego-distónica” pero no fue hasta 1986, con la publicación del DSM-III-R que la homosexualidad se eliminó completamente del manual.
Desde el año 2000, el Consejo de Representantes de la APA adoptó una serie de directrices para la psicoterapia con clientes LGTB+. Estas directrices fueron de nuevo revisadas y actualizadas en 2011 y representan una buena guía para el trabajo de los psicólogos y las psicólogas con clientes LGTB+
ÁREAS DE TRABAJO EN PSICOLOGIA AFIRMATIVA LGTB+
La psicología afirmativa entiende la homosexualidad y la bisexualidad como orientaciones sexo-afectivas naturales en el ser humano. Las principales áreas de trabajo de esta disciplina podemos encontrarlas en torno a los siguientes temas:
- Aceptación de la propia homo/bisexualidad y/o aceptación de la propia identidad: fases, procesos y tareas.
- Secuelas del acoso homofóbico. Por ejemplo, TEPT por Bullying homofóbico, secuelas por el rechazo familiar y del entorno cercano, ansiedad derivada de situaciones de violencia, etc.
- Experiencias diferenciales de las personas LGTB+: sexualidad, relaciones afectivas, familia y socialización.
La Psicología afirmativa dota de los conocimientos y herramientas para poder ayudar a las personas LGTB a tener una vivencia plena y feliz de su identidad y orientación sexo-afectiva.